Tal vez debido a su estilo de vida, usted se encuentre preocupado de que su familiar mayor pase tanto tiempo solo. Es entendible que por cuestiones de trabajo o la vida personal misma, no pueda estar 100% pendiente de su comodidad y salud. Por ello, está considerando buscar un servicio profesional, como una residencia para adultos mayores, para brindarle la atención necesaria. Sin embargo, puede que entre tantas opciones la decisión final no sea tan fácil de tomar.
¿Qué es mejor para su familiar mayor? ¿Un asilo de ancianos o una residencia para adultos mayores? Si bien puede haber similitudes en ambos servicios, es útil que dedique unos pocos minutos para conocer con atención sus diferencias y determine cuál es la mejor opción para su ser querido.
Diferencias entre los asilos de ancianos y las residencias para adultos mayores
Gran parte de las diferencias entre estos dos tipos de centros para el cuidado de adultos mayores giran en torno a los servicios médicos brindados, las instalaciones y los programas especializados de cuidado. A continuación, le brindamos más información al respecto:
1) Atención y servicios
En un asilo de ancianos los adultos mayores viven “vigiladas”. Es decir, cuentan con un cuidado permanente, pero no les permiten tener tanta autonomía como debería ser posible.
En cambio, una residencia para adultos mayores ofrece compañía asistida. Esto significa que, si bien el cuidado es total, la persona mayor puede tener más independencia.
El nivel de asistencia dependerá de la condición del residente. Sin embargo, una residencia se encarga de crear un historial de vida para saber cómo le gusta vivir a su familiar mayor o para conocer si tiene alguna condición cognitiva que requiera de atención específica.
2) Espacios físicos
Un asilo de ancianos suele tener un aspecto más institucional; parece más un hospital que un hogar. Los espacios físicos no están diseñados en su totalidad para brindar la comodidad que un adulto mayor necesita.
Una residencia para adultos mayores tiene todo lo necesario para sentirse plenos y en armonía. Los espacios son grandes para que puedan caminar sin problemas, las habitaciones son departamentos que su familiar puede decorar como más le guste y están disponibles en todo momento elevadores amplios para evitar a toda costa el uso de escaleras.
3) Servicios especializados
Si bien un asilo de ancianos hace la tarea de cuidar a su familiar mayor para evitar que tenga problemas de salud, coma bien y esté acompañado, no cuenta con muchas más opciones específicas para su estilo de vida.
Una residencia para adultos mayores tiene una gran variedad de programas especializados de cuidado, según las condiciones de su familiar. Por ejemplo, hay programas de vida asistida para aquellos adultos mayores más independientes o están los programas de cuidado de la memoria en sus diferentes etapas (leves, moderados, severos).
Cada uno de los programas está pensado para brindar una atención individual a su familiar y adaptarlo a sus necesidades, habilidades y posibilidades tanto físicas como mentales.
Como usted puede notar, sí hay una gran diferencia entre un asilo de ancianos y una residencia para adultos mayores. Por fortuna, sí existe esta opción en México y se llama Belmont Village.
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