Cuando se trata del cuidado del Alzheimer los cuidadores y familiares pueden comenzar a tener muchas dudas, una de ellas es saber de qué forma continuar hablándole a sus seres queridos con alguna demencia.
Esto es totalmente normal. Realmente nadie está listo para que un familiar con Alzheimer haga preguntas para las que no se sabe cómo responder. Por ejemplo, ¿qué pasa si su padre o madre con daño cognitivo le pregunta por un familiar que ya ha fallecido? ¿Debe usted ser totalmente sincero cada vez que lo responda o es válido mentir?
En este blog queremos exponer un tema muy importante en el cuidado del Alzheimer: cuándo “está bien” mentirle a su familiar con demencia.
La experta en temas de cuidado del Alzheimer, Rachel Wonderlin, habla acerca de una teoría que desarrolló después de haberle “mentido” a uno de sus pacientes cuando preguntó por su esposo y ella no sabía cómo responderle.
“Embracing their reality” o “Abrazar la realidad de alguien” expone lo siguiente:
Si un adulto mayor con demencia un día pregunta por su mamá o cualquier otro ser querido que ya ha fallecido y usted simplemente contesta: “¿Por qué preguntas por ella? Suena a que la echas de menos”, usted no está aceptando la realidad de esa persona con Alzheimer.
Con esto queremos decir que, a veces, el temor de mentir e ir en contra de nuestros valores puede ser complicado y como cuidador de un adulto mayor con demencia estamos atenidos a validar lo que esa persona expresa, pero, ¿esa siempre es la mejor respuesta?
Usted, como cuidador de un adulto mayor con problemas de memoria, seguramente ha leído y mirado mucho acerca del cuidado del Alzheimer. Y si recapitula un poco, los textos siempre tratan cosas como: “No le digas esto a una persona con demencia”, “No hagas esto con tu familiar con daño cognitivo”, “Nunca les mientas, es confuso para ellos”.
Sin embargo, como lo afirma Rachel Wonderlin, el cuidado del Alzheimer es un área gris en donde decirle a la gente que “siempre haga esto, pero no esto, pero a veces esto sí”, simplemente no funciona.
En el articulo “The Myth of the Therapeutic Lie: Lying is not validation” se expone que la validación enseña a nunca mentirle a una persona con demencia, pues el cuidador debe construir una relación de confianza con dicha persona a través de la validación de sus sentimientos.
Sin embargo, Rachel Wonderlin tiene una opinión diferente de cuando se trata de lo que realmente significa “mentir”. Ella, en su teoría de “Abrazar la realidad de alguien”, considera que una persona que vive con pérdida de memoria no puede vivir el duelo de manera apropiada. Esto, debido a que el duelo o la comprensión de los cambios en la vida requiere de dos cosas: la comprensión del paso del tiempo y la capacidad de retener información.
¿Y cuál es la realidad? Una persona con demencia no tiene ninguna de esas capacidades.
Por lo tanto, lo mejor es abrazar la realidad de alguien, pues esto te permite comprender que su realidad ha cambiado y como cuidador y familiar, usted debe cambiar con esa persona.
Un ejemplo real que Rachel Wonderlin expone de cuándo “está bien” mentirle a un adulto mayor con demencia es el siguiente:
Ella tenía un residente cuyo hijo había fallecido hace algunos años, lo cual fue devastador, pero, debido a su daño cognitivo, la persona lo olvidó.
Un día, el residente entró a la oficina de Rachel y le preguntó si sabía dónde estaba su hijo, pues no lo había llamado hace ya algún tiempo. Ella hizo una pausa y le preguntó: “¿Dónde crees que podría estar?”. El residente le contestó: “Bueno, puede ser que esté ocupado en el trabajo”. Ella afirmó y dijo: “Eso tiene sentido, probablemente esté trabajando”.
El residente, pensativo, le preguntó a Rachel si podía llamarle a su hijo y ella afirmó. Su acción fue, desde el teléfono de su oficina, marcar a su número personal (de Rachel) y mandar a buzón inmediatamente para que el residente pudiera dejarle un mensaje grabado, el cual, su hijo podría escuchar después cuando estuviera desocupado.
Finalmente, el residente dejó un mensaje en el buzón, le agradeció a Rachel y le dijo que se sentía más tranquilo. Nunca volvió a preguntar por su hijo.
¿Qué fue lo que pasó con esta situación? En primer lugar, no expusieron a un adulto mayor con demencia a un momento traumático o caótico para él. Ella le preguntó dónde estaba su realidad y dejó que la misma persona respondiera, para luego estar de acuerdo y agregar una respuesta que pudiera ayudar a mantener tranquila a la persona.
La teoría de “Abrazar la realidad de alguien” no necesariamente valida el hecho de mentirle a una persona con Alzheimer, sino, más bien, escuchar y detectar dónde está la realidad de esa persona, en qué momento se encuentra. De esta manera, no es necesario inventar algo o tener que ser muy creativo para mentirle a alguien, pues se les está proporcionando un hecho que es verdad para ellos.
Rachel Wonderlin expone que la próxima vez que un familiar con Alzheimer le pregunte por un ser querido que ya ha fallecido, no lo ignore, no lo trate de distraer o no solo lo valide, pregúntele en dónde cree que está esa persona.
El usar preguntas en el cuidado del Alzheimer permite descubrir la realidad de alguien y unirse a ellos. Así, usted como cuidador también puede evitar sentirse mal por estar “mintiendo”.
Recuerde esto: cuando usted se coloca en la realidad de su familiar con Alzheimer, lo ayuda a mantenerse tranquilo al darle una respuesta acorde a lo que él o ella cree que pasa en ese momento. No son “mentiras piadosas”, es una acción de “ponerse en los zapatos del otro” y comprender cómo la verdad podría resultar lastimosa, confusa o incluso caótica.
En Belmont Village conocemos los retos que conlleva el cuidado del Alzheimer y les hacemos frente mediante programas especializados para el cuidado de la memoria en sus diferentes etapas.
Si usted desea que su familiar reciba un cuidado especializado, que le permita conservar su calidad de vida, lo invitamos a ponerse en contacto con nosotros a través de este enlace.
De igual manera, no dude en consultar los tipos de atención al Alzheimer con los que contamos.