La depresión es una enfermedad emocional en la que las emociones se enferman o se sienten mal. No es inventada y tiene muchos cambios claros en el sistema nervioso central específicamente en su fisiología. Debe tratarse con medicamentos bien identificados, pero por diferentes razones suele ser confundida con la demencia. Sin embargo, el doctor Francisco Mesa Ríos, Director Médico de Belmont Village Senior Living, nos comparte los puntos que pueden ayudar a diferenciar una depresión de una demencia.
1. El primer episodio depresivo es una de las primeras maneras de identificarlo, ya que una persona mayor que se ha deprimido seguramente ya tiene antecedentes de haberlo hecho antes, por ejemplo, de adulto joven o en su adolescencia.
En cambio, si una persona de más de 70 años presenta su primera depresión puede sospecharse que hay algún otro factor agregado como una situación neurológica u otra enfermedad.
2. El estado de ánimo en las personas deprimidas es estar triste todo el tiempo. De igual forma pueden presentar efectos negativos como irritabilidad, nerviosismo, angustia, mal humor todo el tiempo.
La persona con demencia presenta un efecto de apatía, un sentimiento muy diferente a la tristeza. Una persona apática le da igual todo, no le interesa nada, no tiene motivaciones ni intereses, pero no se sienten tristes por ello.
3. Cuando una persona está deprimida se pueden observar fácilmente cambios en su expresión emocional, en su cuerpo y, sobre todo, en sus pensamientos. La tristeza se ve reflejada en llanto y diferentes sensaciones corporales o el sentirse solo. Los médicos pueden notar los cambios de pensamiento a través del discurso.
Las personas deprimidas tienen un pensamiento o discurso siempre alrededor de los temas de la depresión: culpa, minusvalía y desesperanza. Las frases que pueden ayudarlo a diferenciarlas son las siguientes:
- Culpa: “Yo soy culpable de todo”, “las cosas salen mal porque yo hice esto”, “siempre me siento responsable de las cosas”.
- Minusvalía: “Soy menos que los demás”, “valgo menos que los demás”, “soy menos interesante”.
- Desesperanza: “Ya no hay nada bueno para el futuro”, “nada bueno puede mejorar”, “para qué hago algo si de todos modos todo estará terrible”.
En cambio, en una persona con demencia se notará un empobrecimiento del discurso. Empezará a tener fallas en la cognición, memoria, tensión, concentración y recuerdos. Su discurso tendrá menos palabras, hablará con monosílabos o pocas frases: “Si”, “no”, “me da igual”.
4. Las personas con depresión, aunque pueden presentar disminuciones en sus funciones mentales, no las pierden completamente como con la demencia. Esta disminución puede confundir el diagnóstico, por lo que existe la pseudodemencia o “demencia de mentiras”; la concentración de una persona deprimida disminuye, pero al recibir tratamiento antidepresivo mejora.
En las personas con demencia, en cambio, al tomar medicamento antidepresivo se siguen manteniendo la fallas en la cognición.
5. La manera más sensata para poder diferenciar la depresión de la demencia es acudir al médico. Los especialistas más indicados para tratar todos estos puntos son:
- Neurólogos: si se notan más alteraciones de movimiento, fallas en el cuerpo o se siente sospecha de daño cerebral.
- Psiquiatras: si son temas más conductuales.
- Geriatras: si la persona mayor tiene más de 70 años.
En Belmont Village Senior Living, contamos con los mejores especialistas en México en el cuidado de la persona mayor. Si usted está interesado en que su familiar reciba atención especializada, lo invitamos a ponerse en contacto con nosotros. Tenemos diferentes programas de cuidado que mejorarán la calidad de vida de su ser querido.
Belmont Village Senior Living, amor de casa, cuidado de expertos.